Un presidente que toca el timbre y sale corriendo
Opinión: Como un niño que toca el timbre y corre para evitar dar explicaciones, así terminó siendo la actuación del presidente Rodrigo Chaves durante su comparecencia ante la comisión legislativa que analiza la solicitud del Tribunal Supremo de Elecciones para levantarle la inmunidad. Lo que debía ser un espacio para responder inquietudes y aportar claridad se transformó en una escena desconcertante, donde los diputados terminaron formulando sus preguntas frente a una silla vacía. La imagen recordó los ejercicios de “la silla vacía” realizados por distintos medios de comunicación cuando un invitado rehúsa enfrentar cuestionamientos.
El presidente y su representante legal abandonaron la Asamblea luego de exponer una serie de señalamientos que, en mi interpretación, parecieron más orientados a descalificar el proceso ante la opinión pública que a brindar explicaciones sobre las acusaciones de pérdida de neutralidad política, una obligación constitucional para el mandatario. Diputadas presentes señalaron que el espacio se utilizó más para atacar que para aclarar, dejando a la comisión sin respuestas de fondo que les permitan valorar si corresponde o no levantar la inmunidad presidencial. Recordaron también que la Asamblea no es un tribunal y que no puede determinar si existió un delito electoral, sino únicamente decidir si habilita al TSE para continuar con el proceso.
Ahora la comisión deberá resolver si levanta o no la inmunidad del presidente, una decisión que podría incluso inhabilitarlo para ejercer cargos públicos en futuras elecciones. Este escenario se da mientras el mandatario acumula más de cien causas abiertas y en medio del debate sobre si una eventual continuidad política podría otorgarle el mismo blindaje que él mismo critica en otros actores. La jornada deja la imagen simbólica de una silla vacía en un momento en que el país esperaba transparencia y madurez democrática. Y esa imagen dice más que cualquier discurso.

