Opinión | Gerardo Ledezma: ¿Gobierno de cambio o reciclaje del poder?

Como costarricense, me indigna y preocupa ver cómo el actual presidente Rodrigo Chaves es expuesto internacionalmente —como lo hizo el medio RT— no por sus logros, sino por acusaciones graves: financiamiento ilícito y sanciones por acoso sexual. Pero más allá del personaje, lo verdaderamente alarmante es el sistema que lo rodea.

Se suele hablar de “partidos taxi”, pero jamás de “presidentes taxi” ni de “tontos útiles”. Un presidente es electo de forma temporal, pero ya se habla sin tapujos de reelección, de continuismo, de cambiar la Constitución, incluso de llevar al país a una constituyente. ¿Quién está realmente gobernando? ¿Es esto un gobierno ciudadano o una vieja estructura disfrazada de nuevo liderazgo?

Rodrigo Chaves llegó con un discurso de ruptura, pero su entorno está plagado de rostros reciclados, de los mismos que ocuparon cargos y movieron hilos en administraciones anteriores. ¿Qué ha cambiado entonces? ¿Acaso no es este otro episodio de disidencia controlada, con jaguares o lobos de la misma loma? Porque aunque se vistan de independientes, las manchas son evidentes. Y lo más preocupante es que esas manchas podrían quedarse impregnadas en la figura presidencial misma, y por extensión, en nuestra democracia.

Mientras tanto, el crimen organizado ya no es una amenaza: es una realidad incrustada en lo más alto del poder. El sistema judicial da señales de haber dejado de ser garante de justicia para convertirse en simple administradora de legalidades acomodadas. ¿Esto no les recuerda los golpes blandos que han socavado otras naciones?

Vivimos en un clima donde se promueven bots y troles para construir una ilusión de apoyo popular. Quien cuestiona es atacado, silenciado o ridiculizado. La democracia representativa ha sido tomada por estructuras que manipulan ideologías —de izquierda y de derecha— para controlar el poder y dividir a la ciudadanía. El debate desapareció, y como siempre lo he dicho: la ausencia del debate es la presencia de la corrupción.

Hoy, en Costa Rica, no hay contrapesos reales. Hoy, el ciudadano es víctima de una espiral de silencio, impuesta por redes sociales manipuladas y discursos repetidos. Es hora de entender que el poder no debe delegarse en una persona, sino devolverse al pueblo. Es hora de construir una democracia más participativa, porque esta democracia representativa ha servido demasiado bien… al crimen organizado.

Gerardo Ledezma
Ciudadano costarricense.

Fuente de la Imágen: RT

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