A dos meses de las elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio, la autoridad electoral de Venezuela anunció este martes 28 de mayo que ha retirado la invitación extendida a la Unión Europea (UE) para observar los comicios. Esta decisión sigue a la ratificación de sanciones por parte del bloque europeo contra funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro.
«Venezuela revoca y deja sin efecto la invitación que envió a la Unión Europea», declaró el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, a través de un comunicado oficial. Amoroso pidió además el «levantamiento total» de las sanciones y el «cese de la posición hostil» del grupo europeo hacia Venezuela.
La UE ratificó a mediados de mayo sanciones contra 50 funcionarios venezolanos, aunque suspendió temporalmente las sanciones sobre Amoroso y otros tres exdirectivos del CNE. En respuesta, Amoroso calificó la medida de «chantaje». Peter Stano, vocero del servicio diplomático de la UE, afirmó que la suspensión buscaba «fortalecer los esfuerzos venezolanos hacia unas elecciones presidenciales inclusivas y competitivas».
Amoroso criticó la participación de la UE, tachándola de «inmoral» debido a sus «prácticas neocolonialistas e intervencionistas contra Venezuela», y subrayó que «no es grata su presencia en un proceso electoral tan importante». Además de la UE, Venezuela había invitado a otras organizaciones como el Centro Carter, los BRICS, la CELAC, la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Unión Africana para actuar como observadores en estos comicios.
El presidente del CNE reiteró una «convocatoria amplia», con excepción de la UE, y enfatizó que todos los participantes deben cumplir con la Constitución y la legislación venezolana.
El presidente Maduro buscará un tercer mandato que podría extender su tiempo en el poder a 18 años. Su principal adversario es el diplomático Edmundo González Urrutia, designado por la Plataforma Unitaria en
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