Representantes de la seccional de SINART de la ANEP solicitan a la comisión investigadora de la Asamblea Legislativa que profundice en la investigación para recuperar la institución, y que los responsables asuman las consecuencias.
El Sistema Nacional de Radio y Televisión (SINART) se ha convertido en un escenario de intereses políticos, incluso se vio afectado en el pasado por acuerdos de intercambio cultural con Cuba. Esto debería ser motivo de preocupación para la ciudadanía, dado el alcance de estos grupos ideológicos corruptos que están ganando terreno en toda América Latina y que podrían estar minando los fundamentos de nuestra sociedad.
Actualmente, los diputados están cuestionando el uso de recursos económicos para impulsar campañas políticas a favor del mandatario en ejercicio, así como el apoyo a páginas pro-Chávez que proliferan y publican exclusivamente los logros del Gobierno, sin brindar el grueso informativo que requiere un medio de comunicación. Todo esto se suma a la investigación sobre el financiamiento y la participación de los grupos conocidos como «troles».
No podemos pasar por alto que muchas de las técnicas empleadas por el PAC, cuyos miembros también podrían formar parte de la UPAD, muestran el mismo patrón de conducta que el grupo Coalición Costa Rica, lo que sugiere que podría ser el mismo lobo con diferente piel.
Dado que SINART es el único medio de comunicación público, mientras que el resto son empresas privadas, existe el riesgo de que se convierta en un botín político. Si se ve afectado por grupos de corrupción política, esto podría llevarlo a su extinción.
Por tanto, los trabajadores imploran una investigación exhaustiva que revele la corrupción oculta tras el desorden que prevalece en la institución, ya que los trabajadores no son responsables de las acciones erróneas de la administración.
