Sobre las declaraciones del secretario de Costa Rica Justa a los medios de comunicación

Ante la publicación en medios de una notificación del secretario general del partido Costa Rica Justa, Jorge Vargas, donde hace constar que la Asamblea General del partido me solicita la renuncia por pérdida de confianza y mal actuar en los últimos meses, me veo en la obligación de refutar estas declaraciones y aportar la documentación para probar que lo que afirma el secretario general son imprecisas en el mejor de los casos y falsas en la mayoría de ellas.

Las acciones del secretario de Costa Rica Justa afectaron el financiamiento de la campaña, dejaron manifiesto la inexperiencia en materia electoral, la ignorancia de los procedimientos partidarios, el irrespeto a la seguridad jurídica plasmadas en el estatuto del partido, y la desidia para honrar los acuerdos y las dinámicas del trabajo en equipo si no se logra que las cosas se hagan “a su manera”.

Cuestionables son las acciones del secretario general al hacer afirmaciones difamatorias sabiendo que existen documentos que contradicen todo lo que comunicó ayer en los medios. Reprochable es que el secretario se atribuya la representación del partido sobre qué puede o no puede hacer ante el panorama de segunda ronda, afirmando que ambos candidatos pretenden un modelo neoliberal, irrespetando con esas afirmaciones parte del planteamiento ideológico de Costa Rica Justa claramente establecido en el estatuto del partido.

En primer lugar, quiero aclarar que, aunque el órgano máximo del partido es la Asamblea General y puede solicitar mi renuncia si así se vota, debo recordarle a este órgano que existe todo un procedimiento disciplinario especificado en los artículos 36 al 40 del estatuto del partido. El secretario debe adherirse a lo estipulado a esos artículos para el debido proceso disciplinario, al que estoy totalmente dispuesto a someterme, pues no he cometido ningún acto que pueda ser meritorio de pérdida de confianza o malas acciones durante el proceso de campaña.

El señor secretario ayer 9 de febrero distribuyó a varios medios electrónicos la notificación de la solicitud de renuncia y procedo a detallar las situaciones, que considero difamatorias, y que llevaron a que el funcionario realizara una asamblea con el fin de lograr esta petición de renuncia.

Como contexto, deben saber que el señor secretario es miembro del Comité Ejecutivo Superior (CES) del partido y en sus funciones participó en decisiones como la invitación de Rolando Araya Monge a ser el candidato presidencial de Costa Rica Justa. También participó en la elaboración de la planilla de diputados del partido que, en Asamblea del 31 de agosto, fueron ratificados por los miembros del órgano superior.

Como es de conocimiento de cualquiera que haya participado en una contienda electoral, la figura máxima del partido la asume el jefe de campaña (en nuestro caso don Orlando Guerrero) y no el Comité Ejecutivo Superior. Durante este periodo es el jefe de campaña el que gira las directrices de cómo se abordará la campaña, de asegurar el financiamiento de las actividades partidarias, se encarga de la selección y contratación de quienes prestan servicios al partido para lograr los objetivos políticos. En ese caso el CES pasa a ser un órgano auxiliar de la jefatura de campaña.

En el caso de Costa Rica Justa, las decisiones las tomaba el jefe de campaña y tanto la tesorería del partido como la secretaría y la presidencia del partido están al servicio de los esfuerzos de campaña.

Esto es algo que al secretario general se le explicó en dos ocasiones: en una reunión realizada el 9 de diciembre como en un audio realizado el 26 de diciembre, donde el candidato Rolando Araya Monge le recalcó al secretario el rol del jefe de campaña y los alcances de sus funciones en el partido. En el audio del 26, Araya Monge le recuerda al secretario que a él no le corresponde supervisar el manejo de los dineros de la campaña y que al presidente y a la tesorera del partido les correspondían acatar las órdenes del jefe de campaña

Todas las decisiones financieras, operativas y estratégicas las tomó don Orlando Guerrero en calidad de jefe de campaña. Guerrero ejecutaba y reportaba sus decisiones al CES como parte del funcionamiento normal de una organización que se involucra en una campaña.

Por lo tanto, que el secretario del partido realice una asamblea que acuerde solicitar mi renuncia por pérdida de confianza durante el periodo de campaña no solo es improcedente, sino también desapegada a la realidad que se le explicó en dos ocasiones.

El secretario del partido hizo declaraciones a medios de comunicación presentándose como víctima de un complot para aislarlo del esfuerzo de campaña, a pesar de conocer la dinámica del partido en ese periodo.

El funcionario declaró a CRHoy.com que yo entablé una relación unilateral con el candidato Araya Monge que ocasionó que otros miembros de ¿¿¿¿¿la fracción????? quedaran sin posibilidad de participar en actividades electorales.

Para aclararle al público, el candidato Araya Monge en muchas ocasiones fue muy considerado con el secretario del partido y en las ocasiones en que se discutía por los reclamos de este señor, el candidato siempre fue conciliador y solicitaba que se atendieran las peticiones del secretario, cosa que se cumplieron a cabalidad según constan en estos documentos que tengo en mi mano.

Como ejemplo pongo el reclamo del señor secretario donde aduce que no tiene acceso al correo oficial donde el Tribunal Supremo de Elecciones envía comunicados oficiales. El secretario envía una carta el 23 de octubre solicitando el acceso y el 5 de noviembre se le comunica al Fiscal General del partido que ya se enviaron los accesos al correo. Pero no es sino hasta el 10 de diciembre que el secretario hace el esfuerzo de ingresar a la cuenta, como consta en un mensaje de WhatsApp. Entonces no se puede hacer el reclamo de que no se atendieron sus solicitudes si él mismo dura un mes para ingresar al correo. No es cierto entonces que no se quería mantenerlo aislado. Las solicitudes del secretario fueron atendidas en tiempo y forma que corresponde, pero se escapa de mi accionar si decide hacer uso de esos accesos más de un mes después de habérsele transmitido la información de acceso.

El secretario también reclama que se le mantiene ajeno a las decisiones sobre gastos de campaña. Pero como quedó claro, el candidato Araya Monge le hizo saber que la actividad financiera del partido estaba en manos del jefe de campaña, encargado de tomar esas decisiones, y que no eran competencia de la secretaría del partido en el audio del 26 de diciembre.

Sin embargo, dos semanas antes donde Araya, el presidente, la tesorera y el secretario se reunieron para limar asperezas, el secretario afirmó que él ya había revisado los términos del fideicomiso del Banco Promérica (banco que acordó financiar a Costa Rica Justa por un monto inicial de 1,500 millones de colones y que por el desempeño del partido solo giró 200 millones), y que había consultado el expediente en el TSE donde se reporta la actividad financiera del partido de forma mensual.

Entonces, si el secretario efectivamente consultó toda esta información, no puede ser que reclame que no se le compartiera detalles de la actividad financiera, que no supiera cuáles eran las cuentas que usaba el partido para recibir el dinero, o que no viera reportes financieros mensuales puesto que están a disposición suya como miembro del Comité Ejecutivo Superior. O el secretario no tiene la capacidad de entender los documentos que tiene el expediente del partido, o no es capaz de detectar los detalles que buscaba dentro del expediente del partido que tiene el TSE, o simplemente le mintió al candidato al decir que él había consultado la documentación en el Tribunal. Aquí no hay pérdida de confianza por parte mía como presidente o de Anabelle Soto como tesorera. Hay una mezcla de mentiras, impericia o desidia por parte del secretario para obtener la información que requería.

He de revelar que el secretario quiso modificar el estatuto del partido luego de haberse llegado a un acuerdo con el Banco Promérica con el fideicomiso para obtener 1.500 millones de colones para financiar la campaña, violando los términos del contrato donde claramente se estipula que el banco no permitiría cambios en el estatuto del partido o modificaciones en el Comité Ejecutivo Superior, para garantizar la seguridad jurídica necesaria y que se honren los compromisos financieros entre el partido y el banco.

El banco estaba listo para autorizar el fideicomiso en la segunda semana de setiembre, pero solicitó una modificación de dos artículos del estatuto para solventar un tecnicismo. Se acordó realizar una asamblea del partido para solventar el problema y se convoca para el 18 de setiembre con dos puntos en el orden del día: corregir los artículos del estatuto.

El secretario tenía otras intenciones, pues por medio del asambleísta Freddy Fernández, se mocionó para incluir más acciones en el orden del día que incluían ampliar la conformación del CES, y removerme como presidente del partido, aun después de prácticamente finiquitar el fideicomiso con el banco. Esta asamblea se realizó, pero no fue ratificada en su totalidad por el TSE y ocasionó que el banco retrasara el giro del dinero del fideicomiso hasta el 14 de octubre. Para entonces, el candidato Rolando Araya venía cayendo en las encuestas y Banco Promerica autoriza solo 1.000 millones de colones para el fideicomiso por pérdida de confianza e inseguridad jurídica ante el intento de cambiar las dos condiciones que exigía el contrato con el banco.

En la reunión del 9 de diciembre, el candidato Araya tuvo que servir de mediador entre los miembros del Comité Ejecutivo Superior para que el secretario no convocara nuevamente a la asamblea del partido para modificar los estatutos y ampliar la conformación del CES. En esa reunión el secretario se comprometió a desconvocar la asamblea del 12 de diciembre para no afectar los desembolsos de Banco Promerica. Sin embargo, el secretario faltó a su palabra inicial y convocó una asamblea para el 19 de diciembre donde se hicieron los cambios que pretendía desde un inicio

Así las cosas, el secretario no puede reclamar que no tuvieran dinero para trabajar pues sus acciones ocasionaron el atraso del giro del dinero del fideicomiso, afectó financieramente la campaña de Rolando Araya Monge, y faltó a su palabra al no honrar los acuerdos de la reunión del 9 de diciembre.

Toda esta información que les transmito está debidamente respaldada con una serie de documentos que les comparto. Ante una acción difamatoria, lo que corresponde es responder con los documentos que respalden la verdad en esta situación. Nada de esto es ficción y, como lo mencioné ayer, las acciones que realizó la presidencia y la tesorería del partido fueron avaladas por el candidato Rolando Araya y el jefe de campaña Orlando Guerrero.

“Que Dragos tenga la plata escondida es imposible”, declaró Araya Monge a Telenoticias en la nota sobre este tema.

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