Primero que nada, deseo agradecer a éste medio por permitirme utilizar su plataforma para poder llevarles y revelarles uno de los secretos mejor guardados sobre el verdadero origen de la persona más peligrosa sobre el planeta.
Quienes me han leído en Facebook, saben que en forma escueta (por razones obvias) les he venido hablando de la mafia jazara, hoy Rothschild (antes Bauer), y de como por varios siglos han venido dominando el mundo, utilizando todo tipo de artimañas pero principalmente dominando el dinero y la riqueza del planeta.
Friedrich Ernst (Fred) Schwab nació en Frankfurt en 1918 en una familia judía con una historia centenaria en Alemania y Frankfurt.
Su esposa Marianne, de soltera Rothschild, procedía de la ciudad de Bad Homburg y después de los Pogroms de 1938, huyen en 1939 a los Estados Unidos a través de Gran Bretaña con su hijo bebé.
En 1942, Fred fue reclutado por el ejército de los Estados Unidos y enviado a Alemania, posterior a la Segunda Guerra Mundial, hace carrera en la industria química, manteniéndose muy ligado siempre a su Alemania natal.
En 1992, cinco décadas después de huir de Alemania, Fred y Marianne Schwab visitaron Frankfurt y el monumento a los judíos deportados…,
Marianne nació en Frankfurt en 1919. Creció en la ciudad de Bad Homburg, donde su padre, Louis Rothschild, dirigía uno de los bancos Rothschild.
Klaus Martin Schwab, fundador del Foro Económico Mundial y del Foro de Davos, es sin ninguna duda una de las personas más peligrosas y malvadas, pero es que no podía ser de otra forma ahora que sabemos que pertenece a la poderosa familia Rothschild, y por eso inicié diciendo que éste era uno de los secretos mejor guardados, porque si buscan en Wikipedia, verán como esconde su procedencia parental, y si vemos los datos de su padre, Fred Schwab, veremos como esconde los datos sobre su descendencia, ya que posiblemente se ha tratado de que ese hecho tan importante no saliera a la luz.
Recuerden que Klaus Schwab es el que dice que para el 2030, no tendremos nada, pero que seremos felices, así que ya saben de dónde viene tanta locura y maldad.
Opinión | JOHNNY SCHMIDT -investigador y analista-
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