La vida humana es inviolable, (Art 21, Constitución Política) dice nuestra constitución, pero al parecer las advertencias de las desarrolladoras farmaceuticas y la información pública a la que fue obligada por una corte en Estados Unidos, no es suficiente para las autoridades de salud, los tres poderes de la República.
Miocarditis, Pericarditis, que pueden terminar en muertes subitas, además de la advertencia de que la sustancia es abortiva, pero la forma de reportar los fallecimientos fue cambiada segun actas de la CNVE, lo que puede maquillar las muertes provocadas por las inoculaciones experimentales.
La misma Ministra de Salud dijo que la sustancia aun no cumple todas las etapas, que ella y el presidente conocen los efectos adversos, pero aun no se detienen las inoculaciones, se mantiene la obligatoriedad en el esquema de vacunació, se evita el debate científico, y se censura los efectos adversos.
Lo cierto es que todos somos iguales ante la ley, y que los delitos de Lesa Humanidad no prescriben, tampoco los abusos cometidos por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, donde el delito puede ser por acción o por omisión, por lo que debemos preguntarnos que ha pasado con los contra pesos del país.
Ahora, la sustancia se pretende inocular a los niños y niñas en edad peditrica, lo que en los proximos 5 años podremos ver las consecuencias que puede poner en riesgo la salud pública, pero las autoridades y gobierno se han limitado al acuerdo comercial firmado con las farmaceuticas.
Este contrato tambien debe analizarse, ya que nuestro país al ser democratico, todo acuerdo de este nivel que compromete la soberanía debe ser conocido por la Asamblea Legislativa, y consultarse con la Sala Constitucional, lo que podría tratarse de un acto ilegal, y por ende, el firmante asumió la «soberania» del país, por lo tato podrían estar cometiendo «Traición a la Patria» (Articulo 3 Constitución Política)
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