Me es indignante publicar esta nota, y cualquiera que comprometa la imagen institucional de los uniformes que portan, y sobre todo la autoridad que representan, donde debería descansar la confianza de los ciudadanos, los contribuyentes de los fondos públicos con los que se pagan sus salarios. Estas imágenes simplemente es una muestra de que los costarricenses debemos volver a poner nuestra mirada en la fiscalización de los funcionarios públicos y exigir lo que corresponde en derecho.