Policía de Fronteras evita que más de 40 millones de colones en licores sean comercializados por evasores de impuestos

Más de 40 millones de colones en licores contrabandeados desde Panamá, los cuales ingresaron por el río Sixaola, fueron decomisados en lo que va del año en el cantón de Talamanca.

Lo anterior como parte de los esfuerzos que realiza la Policía de Fronteras, con el apoyo de otras autoridades como la Policía de Control Fiscal, la Fuerza Pública, el Guardacostas y la Policía de Migración.

En total, de enero a la fecha, 23.200 unidades de gran variedad de licores fueron incautadas, algunos a orillas del río Sixaola, cuando apenas estaban cruzando la frontera, y otras en la vía que conduce de la frontera hacia Limón.

De esta forma las autoridades han evitado un considerable perjuicio al fisco, pero también a la economía de los comerciantes nacionales que sí tributan y que operan con total apego a la ley.

En buseta y de madrugada trataron de burlar controles fronterizos

El más reciente golpe a este tipo de organizaciones dedicadas al trasiego ilegal de licores desde Panamá tuvo lugar la madrugada del miércoles, cuando los oficiales de la Policía de Fronteras destacados en Sixaola interceptaron un microbús en la localidad de Las Delicias, cerca del río Sixaola.

En ese lugar los oficiales estaban realizando un control de carreteras, por lo que, al abordar el vehículo, encontraron gran cantidad de bebidas alcohólicas, con respecto a las cuales el conductor, un hombre de apellido Castro, no contaba con la documentación que comprobara el debido pago de impuestos tras introducir dicho cargamento desde Panamá.

Tras realizar las correspondientes coordinaciones con la Policía de Control Fiscal, se logró determinar que se trataba de 6.048 unidades de diversos tipos de licores, todo lo cual podría tener un valor aproximado a los 4.200.000 colones.

Los oficiales fronterizos también efectuaron una revisión con un can entrenado en la detección de sustancias estupefacientes, a fin de descartar o confirmar la presencia de alguna droga a bordo, pero la inspección dio negativa.

Todo lo incautado quedó a la orden de la Policía de Control Fiscal, la cual lo trasladaría hasta una bodega de la Dirección de Aduanas.

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