España – 22 de mayo de 2024. Gabriela Moreno, periodista venezolana residenciada en Chile, egresada de la Universidad del Zulia, con experiencia como editora y productora de contenidos para medios impresos y digitales, enfocándose en política e internacional, escribe una nota importante de compartir para el PanAmPost: https://panampost.com/gabriela-moreno/2024/05/22/sanchez-espana-politica-exterior/, sobre la fallida política exterior del presidente de España por el PSOE, que ha llevado al aislamiento internacional a su país, y de quién hacen burla otros presidentes en el mundo.
Las controversias y desaciertos en la política exterior del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, están convirtiendo a España en el hazmerreír de Europa y más allá de sus fronteras. El reciente reconocimiento de Palestina como Estado ha exacerbado la crisis diplomática, deteriorando las relaciones con Israel y creando fricciones innecesarias con Estados Unidos, sumándose al conflicto ya existente con Argentina.
El pasado martes 21 de mayo, 2024, Pedro Sánchez anunció ante el Congreso que el 28 de mayo su Consejo de Ministros aprobará el reconocimiento del Estado Palestino bajo la Autoridad Nacional Palestina en Ramala, Cisjordania, basándose en las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días en 1967, que incluyen los “territorios ocupados por Israel”. A pesar de asegurar que esta medida no está en contra de nadie y es un acto de paz y justicia, el impacto ha sido inmediato y negativo. Israel llamó a consulta a su embajadora en Madrid y convocó a la embajadora española a una reunión de amonestación en Jerusalén. Simultáneamente, esta acción se replicó con Irlanda y Noruega, quienes también reconocieron a Palestina.
Sánchez justifica esta medida con el respaldo del rey Felipe VI y el apoyo de Irlanda y Noruega, destacando que no se incluye el reconocimiento del poder de Hamás sobre la Franja de Gaza. Sin embargo, el aumento del 37% en las importaciones de armas desde Israel en los primeros meses del año revela una contradicción en su discurso pacifista, ya que estas compras alcanzaron los 199 millones de euros entre enero y febrero. El doble rasero de Sánchez no es una novedad, pues bajo su mando, España ha triplicado los préstamos al régimen chavista, pasando de 70 millones de euros en 2018 a 221.8 millones de euros en 2023.
La hipócrita política exterior de Sánchez
El discurso de Sánchez es inútil. La política exterior de España está en crisis. Israel decidió llamar a consulta a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon, y convocó a la embajadora española, Ana María Salomón Pérez, a una reunión de amonestación en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Jerusalén. La medida se extendió de forma simultánea a Irlanda y Noruega. No es para menos, ante el contradictorio e hipócrita manejo del conflicto por parte de Pedro Sánchez, quien aumentó 37% las importaciones de armas desde Israel durante los primeros dos meses del año. La cifra implica compras a este país por 199 millones de euros entre enero y febrero. Este monto equivale a 55 millones más, en comparación con el mismo periodo anterior.
El doble rasero de Sánchez no es una novedad, cuando bajo su mando España ha triplicado los préstamos al régimen chavista pasando de 70 millones de euros en 2018 a 221,8 millones de euros en 2023. Para el eurodiputado Hermann Tertsch, todo ello se resume en que “el gobierno español es aliado de Irán, de Hamás, de Cuba, de Venezuela, de Lula. Todos los amigos de Moscú son amigos de Sánchez”.
Tanto Mahmud Abás, líder de la Autoridad Nacional Palestina, como la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Hamás celebran el anuncio de Sánchez, que detona un caos diplomático con el presidente del gobierno español como promotor, en medio de condiciones desfavorables para la Moncloa.
Innecesaria crisis con Argentina
“¿Va a declarar la guerra a Argentina?”, es otra pregunta que ahora plantea la oposición española, luego de que Pedro Sánchez ordenara el retiro de la embajadora de España en Buenos Aires, María Jesús Alonso, por el hecho de que el presidente argentino, Javier Milei, llamó “corrupta” a su esposa, Begoña Gómez, a quien el Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid investiga por presuntos delitos de tráfico de influencias.
Sánchez exige disculpas a Milei. Las mismas que él evita dar por su gobierno haberlo llamado “fascista” e incluso insinuar que consume “sustancias”. Las mismas que tampoco ofrece a la presidente de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien llama “corrupta” sin tener ningún proceso legal abierto en su contra.
Hasta el vocero del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) Patxi López, esquiva las explicaciones del asunto. Prefiere guardar silencio y desviar la mirada cuando se le increpa al respecto, pues no tiene cómo debatir estos argumentos.
El silencio socialista sobre la política exterior de Sánchez poco importa. Ayuso ignora los señalamientos y Milei no se espanta. Argentina no tomará una medida similar con el embajador argentino en España, Roberto Bosch Estévez. Ni las palabras de Sánchez cohibirán a Milei de volver a Madrid el 21 de junio para recibir un premio del grupo de estudios liberal Instituto Juan de Mariana.
Destituir al ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, “por haber puesto los intereses de España al servicio de los intereses del PSOE” salvaría al país de la decadencia de su imagen internacional. De esa manera lo sugirió el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
El Sahara Occidental: el primer gran error de Sánchez
Sin embargo, ya es tarde. El desacierto por su apoyo a Marruecos en la disputa por el Sahara Occidental, sin considerar el reclamo del Frente Polisario de Liberación Saharaui respaldado por Argelia, marcó el declive de la política exterior de Pedro Sánchez. En lugar de mantener la histórica neutralidad en el conflicto, se mostró a favor de la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007, que solo contempla algunas competencias para el pueblo saharaui sin reconocer el anhelo de independencia que reclama y desconoce las resoluciones presentadas por Naciones Unidas que exhortan a la realización de un referendo de determinación del pueblo saharaui.
La imprudencia desembocó en el cierre de las fronteras en Ceuta y Melilla. De hecho, las aduanas comerciales siguen bloqueadas todavía. Ahora, el impacto del apoyo a Palestina está por medirse. Ya Estados Unidos rechazó la solución de Sánchez, alegando que “el conflicto entre los dos Estados debe alcanzarse a través de negociaciones diplomáticas, no mediante un reconocimiento unilateral”. ¿Se enfrentará Pedro Sánchez también con la Casa Blanca?
Consecuencias a nivel europeo e internacional
Las consecuencias de la política exterior de Sánchez se reflejan en la creciente sensación de aislamiento de España en el ámbito internacional. La confianza de los aliados tradicionales de España está erosionándose, mientras que los enemigos ganan terreno. Las decisiones unilaterales y los discursos contradictorios socavan la credibilidad del país en las negociaciones y foros internacionales. Los expertos advierten que, si no se corrige el rumbo, España podría enfrentar un futuro de marginalización en la política global.
La reciente crisis con Argentina añade otra capa de complejidad. La decisión de Sánchez de retirar a la embajadora por un insulto personal ha sido vista como una reacción desproporcionada y emotiva, que no solo afecta las relaciones bilaterales, sino que también proyecta una imagen de inestabilidad y falta de profesionalismo en la gestión de la política exterior.
En el contexto europeo, las políticas de Sánchez están creando tensiones adicionales dentro de la Unión Europea, donde la cohesión es crucial para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la seguridad y la migración. Los países miembros observan con preocupación cómo España se está apartando de las posiciones comunes, lo que podría debilitar la unidad y la capacidad de respuesta conjunta del bloque. En resumen, la gestión de Pedro Sánchez en el ámbito internacional ha dejado a España en una posición precaria. Las decisiones polémicas, el doble rasero y las reacciones impulsivas están aislando al país y deteriorando sus relaciones con aliados clave. A menos que se adopte una estrategia más coherente y diplomática, el futuro de España en el escenario global seguirá siendo incierto y problemático.
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