El agro costarricense no aguanta más: el Banco Central debe rectificar
Por años, el sector agropecuario ha sido un pilar silencioso del desarrollo económico y la cohesión social en Costa Rica. Sin embargo, hoy enfrenta una de sus peores crisis recientes, y el principal responsable tiene nombre y apellido según el CNAA: la política cambiaria y monetaria del Banco Central.
Según Carta la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, entre noviembre de 2024 y abril de 2025, el sector registró índices negativos sostenidos. ¿La consecuencia? Una pérdida estimada de 54 mil empleos directos, el empobrecimiento del campo y un golpe severo a la producción tanto para el consumo nacional como para la exportación.
La raíz del problema está en dos factores concretos:
- Una apreciación del colón cercana al 28%, que ha abaratado las importaciones de alimentos básicos como arroz, papa y cebolla. Esto ha desplazado al productor nacional, dejando a miles sin sustento.
- La ausencia total de políticas monetarias efectivas, a corto y mediano plazo, para reactivar la producción y el empleo.
La CNAA reconoce que el clima ha jugado un rol, pero es claro: el desmantelamiento de la competitividad agropecuaria no es obra de la naturaleza, sino del escritorio del Banco Central.
Además, esta crisis no se queda en el campo. Ya impacta al resto del país con más desempleo rural, crecimiento del trabajo informal y menor recaudación fiscal, según datos del INEC. Todo esto amenaza la seguridad ciudadana y la estabilidad del sistema social costarricense.
Ante este panorama, la petición de la CNAA es clara y urgente: revaluar y ajustar la política cambiaria y monetaria del país, para evitar un colapso mayor y empezar a recuperar un sector que es estratégico para la seguridad alimentaria, el empleo y la economía nacional.
El Banco Central no puede seguir actuando como si esta crisis no existiera. Costa Rica no se construye desde las cifras macroeconómicas, sino desde el esfuerzo de quienes siembran y alimentan al país. Y ellos, hoy, están siendo sacrificados.