Este vídeo es recomendado para la comunidad estudiantil y líderes sociales como información para que realicen investigaciones propias.
La realidad que hoy vive Venezuela con la dictadura de sicarios económicos tiene más aristas de las que escuchamos cotidianamente. Existe una historia detrás que explica el modus operandi del crimen organizado internacional y cómo se han utilizado las ideologías populistas para atrincherarse en el poder y comprar voluntades de funcionarios públicos.
El análisis de la Ley Magnitsky y la propaganda antiimperialista refleja un populismo manifiesto al usar las disidencias controladas contra quienes ponen en duda el actuar de los funcionarios públicos. De igual manera, se modifican las leyes para protegerse de quienes se atreven a denunciarlos.
El crimen organizado busca eliminar toda forma de denunciar la corrupción, como prohibir la grabación de llamadas o conversaciones, invalidando así las pruebas, e incluso creando consecuencias para el denunciante. Un ejemplo de esto es el audio filtrado por la exministra de comunicación del actual gobierno de Costa Rica.
Sin embargo, desde el pasado, la ley se ha venido transformando para limitar la voz popular. Entre ellas está la Ley Anti-Huelgas, que se suma a una lista de irregularidades en las administraciones públicas que han gobernado en beneficio propio. Lo más preocupante es que han apagado los contrapesos, como los colegios profesionales y las organizaciones no gubernamentales.
Lo que sucede en Venezuela no es un tema aislado; podemos estar en medio de un conflicto entre dos o tres potencias mundiales. Hablamos del intento de Rusia y China de tener cercanía militar con los Estados Unidos, precisamente porque Estados Unidos tiene bases militares en varios países cerca de esas dos naciones. A lo largo de la historia, estas naciones han mostrado culturas de crimen organizado, esclavitud y prácticas de control social, muy similares a las que hoy se impulsan bajo la AGENDA 2030.
Documental «Rusia Poder Corrupto».