Los costarricenses nos estamos acostumbrando a dejar en manos de otros nuestra responsabilidad ciudadana, cada día que pasa se va modificando leyes que nos elimina como participes de la democracia, donde solo elegimos cada cuatro años entre las opciones presidenciales que nos dan a elegir.
Al día de hoy, se supone que tenemos un poder de la república que debería de representarnos, pero ellos representan a los partidos políticos, no a los ciudadanos, no hay una sola papeleta a diputado que contengan los nombres de ciudadanos a quien podamos elegir. La historia se cuenta sola.
Algunos partidos se han visto envueltos en actos de corrupción, sin sanción alguna, y continúan vigentes como el primer día de su creación. Esa es la clase política que no le tiene miedo al pueblo, como dijo una ex diputada de la administración Alvarado.
Pero lo preocupante, no es solo como los costarricenses nos hemos desentendido de nuestra responsabilidad de estar vigilantes de la acciones de los funcionarios públicos, sino, como las instituciones de velar por que no existan abusos de poder ya no funcionan como contrapeso.
La prensa ha dejado de jugar un control político importante, al ser empresas privadas que se sostienen por la pauta del comercio y del gobierno, se puede fácilmente ver involucrado en un conflicto de intereses, y callar información importante para la ciudadanía, por ejemplo, que la sustancia experimental es abortiva, que hay mas de 1000 efectos adversos, entre otros.
Son los mismos costarricenses que deben organizarse por cabildos, osea, en reuniones desde sus comunidades, organizados con otras comunidades, para realizar un verdadero control político. Muchas veces va a tocar ir a tocar la puerta del vecino, conversar con él y explicarle lo que sucede.
Por desgracia, en la era de la comunicación, la gran mayoría de las personas no leen noticias, primero por el exceso de anuncios, y segundo por el exceso de mensajes de miedo. Estas personas se esconden de la realidad en plataformas tipo netflix, y en redes sociales donde el algoritmo solo le mostrará información sobre sus temas de interés, mientras censura al mismo tiempo otros temas como si se tratara de décadas anteriores donde se presentaba la quema de libros, solo que en estos tiempos esa quema es digital.
Por esta razón, no hay forma que desde la comodidad de tu hogar, puedas generar un cambio social, no hay forma de que puedas despertar conciencias, no hay forma de evitar los abusos de poder, no hay forma de evitar los saqueos de las riquezas del estado, no hay forma de defender temas como la salud, o tan solo pedir un debate público.
Para lograr cambios en Costa Rica, hay que moverse, tocar la puerta del vecino y desconectarlo un rato de la matrix, es ir de puerta a puerta y organizar la comunidad, antes de que tengamos que migrar como la mayoría de venezolanos que hoy día cruzan la frontera costarricense, en busca de un mejor futuro.
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