CCSS construyó en montañas de Talamanca puestos de visita periódica cómodos y sostenibles

Los 1600 habitantes de las comunidades Piedra Mesa y Bajo Blei de Alto Telire, Talamanca, están estrenando los puestos de visita periódica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), infraestructura que permitirá brindarles una atención de calidad, en un espacio adecuado y seguro con el equipamiento requerido.

El desarrollo del proyecto tomó seis años e implicó una inversión de 2 660 millones de colones en la parte constructiva y 293 millones de colones en equipamiento para un total de 2 953 millones de colones.

“La pandemia ha llevado nuestro sistema de salud al límite, pero cada persona en territorio nacional ha tenido acceso a ello, esa es la ruta correcta. Con estas dos obras estamos apostando a infraestructura de calidad que garanticen la protección al derecho a la salud; la concepción de esta obra respeta la cosmovisión local y sus costumbres. De este modo continuamos apuntando a una Costa Rica inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural que tenemos en nuestro país” afirmó el presidente de la República, Carlos Alvarado.

El doctor Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS, manifestó que estas obras representan la grandeza y la solidaridad de la institución para llevar sus servicios de salud y atención de calidad a cualquier rincón del país.  “Esto solo es posible gracias al esfuerzo solidario de un país, que en medio de esta pandemia no detuvo el desarrollo de este ni de otros proyectos en beneficio de una mejor atención para la población costarricense”.

En medio del verdor, donde poco se ve la mano del hombre y más la majestuosidad de nuestra naturaleza, en medio de ese paisaje natural, de acantilados, cataratas, ríos y árboles longevos, destaca dos edificaciones de madera, elegantes, hermosas y sostenibles al pie de la montaña.

Son los nuevos puestos de visita periódica de la CCSS, obras constructivas de 592 metros cuadrados que se cimentaron sobre terrenos de 2 012 metros cuadrados en Piedra Mesa y 2 025 metros cuadrados en Bajo Blei, prestados por la Asociación de Desarrollo Integral de Reserva Indígena Cabécar de Telire Limón, según consta en el comodato firmada en el 2014 por representantes de la comunidad y autoridades de la CCSS. La distancia entre ambos puestos de visita periódica es de 13 kilómetros, pero para llegar caminando es un desafío, pues se debe cruzar ríos y pendientes.  

“Las edificaciones tienen dos niveles, en la primera planta se ubican: consultorio de medicina general, consultorio de odontología, curaciones, vacunación, nebulización; y en el segundo piso tiene el albergue para los funcionarios, además hay un albergue para los indígenas y un salón comunitario (aula)” destaca la arquitecta Paquita González Haug, directora de la Dirección Administra Proyectos Especiales (DAPE) de la CCSS quienes tuvieron a cargo la ejecución de la obra.

Estas edificaciones respetan las tradiciones de estos pueblos y por ello se cuenta con un albergue para uso exclusivo de los pobladores que se desplazan desde sus casas a los puestos de visita periódica en medio de la montaña y a veces tardan seis horas en llegar, por lo cual en este sitio pueden permanecer para recuperarse o bien para no regresar tan tarde a sus hogares con los riesgos que esto conlleva.

Además, se cuenta con un aula que podrá ser empleada para fortalecer los procesos de educación a la población de estas comunidades.  

“Gracias a Dios estoy muy feliz, toda la población de Bajo Blei está contenta y como presidente de la asociación me siento orgulloso. Muchas gracias a ustedes los de la CCSS que nos ayudaron a los pobres de este pueblo indígena” comenta Patrocinio Fernández, presidente de la asociación indígena de Bajo Blei.

El doctor Wilman Rojas Molina, director de la Red de Prestación de Servicios de Salud de la región Huetar Atlántica, afirma que la CCSS fue la primera institución que se hizo presente en los territorios indígenas de Alto Telire y es la primera que inaugura una edificación en esta comunidad indígena, abriendo así camino para el resto de las instituciones estatales.

“Las comunidades indígenas se merecen instalaciones de primer mundo con pertenencia cultural y la CCSS ha demostrado que se puede” dijo Rojas Molina.

Todo por aire: así se edificaron estos puestos de visita periódica

Estos puestos de visita periódica representaron un gran desafío, pero nada que para la CCSS fuera infranqueable para dotar a esta población de instalaciones de calidad y adecuadas para recibir atención

Cada material de construcción que se requirió en la construcción de estos edificios, así como la mano de obra especializada llegó vía área por medio de helicóptero, “calculamos que ingresamos 800 toneladas de material, eso representó un costo elevado destaca la arquitecta González Haug.

“Lo más complicado fue ingresar los materiales, las piezas de madera pesan toneladas, la estructura principal, los paneles solares, todo lo que son los agregados de construcción, piedra, cemento” resalta la arquitecta de la CCSS.

En total en las bitácoras se anotaron 871 horas de vuelo para el traslado de material y personal de la constructora. Todo el material y el personal de la constructora llegaban al Valle de la Estrella donde un helicóptero se encargada de transportar dependiendo de las condiciones del clima.

El ingeniero Gonzalo Delgado Ramírez, de la constructora Delgado Ramírez, quien tuvo a cargo la etapa final de construcción de estos puestos de visita periódica reconoce que la logística fue difícil pero no por ello imposible de realizar.

“Tuvimos que redoblar esfuerzos no solamente de materiales y de coordinación de logística, sino de ubicar al personal idóneo para que pudiera venir acá, trabajar y estar bien, concluir de forma satisfactoria. Creo que ha sido un trabajo de una muy buena calidad la que se pudo desarrollar en los proyectos y terminarlos con una rotación baja de personal fue importante para nosotros” destacó el ingeniero Delgado Ramírez.

Se hizo la luz

Una construcción sostenible, donde predomina el uso de la madera, la ventilación e iluminación natural y que encaje en el sitio fue la huella ambiental de estos puestos de visita periódica.

Pero hay otro elemento que marca un antes y un después y es la instalación de 140 paneles solares fotovoltaicos entre ambas edificaciones lo que hace posible dotar a estos puestos de visita periódica de energía eléctrica.

Además, se cuenta con un sistema de gal LPG para suplir la energía necesaria para el uso de los equipos médicos y para el personal de salud durante la semana que permanecen en estos puestos.

 “Esto nos permite instalar equipos de odontología, sistemas de radiocomunicaciones, computadoras y refrigeradores de vacunas que resguardan la cadena de frío según lo establece la norma, entre otros equipos que requieren corriente eléctrica para su uso” comenta la arquitecta Paquita González.

De igual manera los albergues están dotados de refrigeradoras para almacenar y preparar los alimentos de forma segura, el agua es purificada por un sistema de filtros para hacerla apta para consumo. Además, se cuenta con áreas de duchas, dormitorios con camarotes, zona de lavado y tendido en el segundo piso.

Y como parte del proyecto se construyó un puente colgante en la localidad de Tsoker sobre el río Telire que facilita el acceso seguro de la población y los equipos de salud a las comunidades de las zonas aledañas a estos puestos de visita periódica.

“Es una satisfacción muy grande ver una obra de este tamaño concluida y sobre todo por lo que significa para la comunidad, ellos van a tener un mejor servicio y también uno se da cuenta que solo la Caja hace una inversión de estas en un lugar tan remoto” concluye la arquitecta Paquita González. 

Primeras visitas a esta nueva infraestructura

El lunes 31 de mayo quince funcionarios del área de salud de Talamanca viajaron en helicóptero para brindar por primera vez consulta en la nueva sede del puesto de visita periódica de Piedra Mesa, en total 239 personas, además, 40 personas recibieron la primera dosis contra covid-19 y 75 del esquema básico de vacunación. La gira que se extendió por razones climáticas hasta el sábado 5 de junio, cuando el personal pudo salir.

Una segunda gira se realizó del 7 al 10 de junio, a la comunidad de Bajo Blei con la tarea de atender 256 personas, así como aplicar la primera dosis de la vacuna contra la covid -19, en total 118 y 74 vacunas del esquema básico.

Además, entre ambas comunidades se brindaron 200 atenciones odontológicas, 130 consultas de pediatría y 140 de medicina familiar.

En el grupo de 15 funcionarios hay un médico general, un médico de familia, un odontólogo, un asistente dental, personal de enfermería, de redes y los asistentes técnicos en atención primaria ATAP.

El doctor Mauricio Solano Corella, director de esta área de salud manifiesta que es un orgullo contar con esta infraestructura de la calidad y excelencia en lo profundo de las montañas de Talamanca, donde no hay transporte público ni carreteras.

Para llegar a Bajo Blei, dependiendo de la capacidad de la persona, se tarda caminando de 2 a 3 días y para llegar a Piedra Mesa hasta 5 días.

Pero la mejora en la infraestructura, además de impactar la calidad de atención a los 1600 pobladores de estas dos comunidades también representa un cambio sustancial para el personal de salud que permanece una semana en la comunidad.

“La comunidad nos prestaba dos infraestructuras, una casita en Piedra Mesa y un salón comunal en Bajo Blei, en las mejores condiciones que ellos nos podían dar. Como entraba el viento y el agua lo que se hacía eran que se armaban tiendas de campaña para tener un resguardo mejor, se dormía en colchonetas, sin luz eléctrica, sin agua potable, era dormir realmente en la montaña” rememora el director médico.

Ahora en los segundos pisos de ambos puestos de visita periódica, el personal de salud cuenta con las condiciones óptimas para un descanso adecuado después de las arduas jornadas laborales.

Para los que hemos tenido que dormir en tiendas de campaña, caminar por trechos para ir baño y pasar noches con frio por no estar bien resguardados de la intemperie, es uno de los mayores éxitos que la institución ha logrado expresa el doctor Wilman Rojas Molina.

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