Algunos de los adversarios más apremiantes del Departamento de Defensa están aumentando su presencia justo en el propio patio trasero de los Estados Unidos, dijo la general Laura Richardson, comandante del Comando Sur de los EE. UU., el 19 de enero.
El Pentágono considera a China un «desafío de ritmo» y Rusia un » amenaza aguda” de acuerdo con la Estrategia de Defensa Nacional, y Estados Unidos ha cambiado sus prioridades para disuadir el conflicto con cualquiera de las naciones a través de una serie de esfuerzos de modernización que se centran en gran medida en las operaciones en el Indo-Pacífico.
Extracto del vídeo subtitulado | Comando Sur de los Estados Unidos
Sin embargo, Richardson señaló que las actividades de Beijing y Moscú no están aisladas del hemisferio oriental y que cada país ha aumentado su influencia en América Central y del Sur a través de una variedad de proyectos, desde inversiones en infraestructura crítica hasta el suministro de equipo militar.
“Creo que tenemos algo de competencia aquí en la yarda 20 hacia nuestra patria, aquí mismo en la zona roja”, dijo Richardson durante un evento organizado por el Atlantic Council. «No hemos tenido una competencia como esta antes, y tenemos que hacer las cosas un poco diferentes».
La influencia de China en las naciones dentro de la jurisdicción de Southcom es preocupante, dijo. Beijing se ha convertido en un importante socio comercial para muchos países de América Latina y al mismo tiempo invierte miles de millones en proyectos de infraestructura en la región, señaló.
Por ejemplo, 20 países de América Latina se han adherido a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un programa de desarrollo de infraestructura global financiado por el gobierno chino. A través del proyecto, Beijing ha ayudado a financiar carreteras, vías férreas y puertos de aguas profundas críticos en América del Sur y Central, dijo Richardson.
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China también está muy involucrada en la construcción de infraestructura 5G en América Latina, señaló. Varias naciones dependen del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, cuya venta o importación ha sido prohibida por Estados Unidos, como sus proveedores de redes inalámbricas, dijo.
“Me preocupan estas empresas estatales de doble uso que surgen de la [República Popular China], y me preocupa la capacidad de doble uso: poder darles la vuelta y usarlas para uso militar”, Richardson dicho.
Muchos de los países de América Latina todavía están lidiando con impactos consecuentes en sus economías causados por la pandemia de COVID-19 que han afectado su capacidad para importar equipos, dijo.
“Estas naciones socias, debido a los impactos de su economía, están comenzando a mirar el financiamiento que lo acompaña, no necesariamente la calidad del equipo, sino quién tiene el mejor trato financiero, porque no pueden pagarlo. mucho por adelantado”, dijo.
Mientras tanto, las actividades de Rusia en América Latina también son preocupantes y Southcom está trabajando con países socios para debilitar la influencia de Moscú, dijo Richardson.
Actualmente, el comando está tratando de reemplazar equipos de fabricación rusa utilizados por nueve países con equipos fabricados por Estados Unidos, dijo. Los países que reemplazan sus equipos tienen la oportunidad de donarlos al esfuerzo de Ucrania contra Rusia, agregó.
La desinformación de los medios de comunicación rusos también prevalece en la región, con picos de actividad durante los momentos previos a elecciones críticas, dijo.
Richardson enfatizó que Estados Unidos tiene un papel crucial que desempeñar en América Central y del Sur, y que debe invertir más económicamente y continuar trabajando con sus países socios.
“Esta región importa. Tiene mucho que ver con la seguridad nacional, y debemos intensificar nuestro juego, y debemos ser más rápidos. Y necesitamos trabajar y entregar capacidades a la velocidad de la relevancia para esta región”, dijo.
Fuente: National Defense
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