El Subcontralor General de la República, Bernal Aragón Jiménez, dejó bien claros los roles que le corresponden a la administración y al ente contralor, en cuanto a la fiscalización de obras en desarrollo e inversión de los recursos en las mismas: es de la administración y es indelegable.
Aragón Jiménez, dio sus declaraciones ante los miembros de la Comisión de Ingreso y Gasto Público, donde se está conociendo el proyecto 22.554 que investiga todas las inversiones realizadas en la carretera a San Carlos, específicamente en el tramo Sifón-La Abundancia.
El funcionario acudió acompañado por Marcela Aragón gerente del Área de Fiscalización para el Desarrollo de las Ciudades y la fiscalizadora Alejandra Morice.
Para el subcontralor Aragón, es el gobierno central el responsable de todos los detalles relacionados con las obras de infraestructura que se desarrollan en el país.
El diputado Luis Ramón Carranza no ocultó su malestar al indicar que, quien debió presentarse a rendir explicaciones es la Contralora General Marta Acosta, pues tiene muchos años en la administración y no el señor Aragón Jiménez, que ocupa su puesto apenas desde el año pasado.
El legislador Carranza insistió en la que la Contraloría no hizo el trabajo de fiscalización que le correspondía en un proyecto como este, en el que ya se van pagando más de 65 millones de dólares en sobreprecios y tiene más de 17 años de iniciado.
Insistió en que la Contraloría no verificó lo que estaba ocurriendo con la obra pues, desde las adendas 4 y 5 se decía que con esos recursos se terminaba y no fue así, luego se dijo lo mismo cuando se firmaron las adendas 6 y 7, que le inyectaron 43 millones de dólares más, pero se decía que era suficiente y no lo fue.
Para el congresista Luis Fernando Chacón lo ocurrido con este proyecto es la muestra de una cadena de falencias que hay en la administración pública. Absoluta ausencia de planificación y con ello cero estudios de factibilidad y preinversión, entonces como resultado la fase de ejecución tiene problemas de control y por último, los costos de las obras se disparan.
Para Chacón, desde el momento en que pensamos en realizar una obra, hasta el momento en que la iniciamos, pasan tantos años que cuando se termina está desfasada, como posiblemente le debe estar pasando a esta carretera sancarleña, que se pensó al inicio para dos carriles y en el camino se cambió a cuatro.
Hasta el momento, en esta carretera se han invertido más de 245 millones de dólares, tres veces más de lo que en principio se estimó que sería el total de su costo, que en palabras del propio subcontralor “se inició sin la preinversión debida y sin los estudios correspondientes”.